Hace unos días que he recibido la invitación de escribir sobre la confianza, desde la apertura de conciencia. Admito que la invitación me encanta, a la vez que siento un cosquilleo que me recorre todo el cuerpo…

Cuando me invitan a escribir es como cuando te invitan a un viaje sorpresa. Quieres ir… y a la vez sabes que no sabes qué es lo que va a ocurrir.

Así que ante semejante regalo me abro a sentir ese cosquilleo, a no saber, a dejarme sorprender, a recibir y a compartir.

La información que transmito es recibida mediante canalizaciones, combinada con experiencias personales y briznas de teoría. Con ello no pretendo más que contribuir a la apertura de conciencia, tratando con respeto todas aquellas opiniones y escritos diversos. Pretendo aportar y sumar; no enfrentarme ni negar o sentar cátedra. Me siento como la que abre una ventana en un espacio que lleva un tiempo cerrado, me siento como aquella que acompaña a recordar.

Vamos a ello….

Profundizar en la confianza nos invita a viajar al instante en el que el Ser se prepara para su viaje a la Tierra y es acompañado en ello. Es un tiempo en el que el Ser elige y acepta formar parte de la experiencia individual y grupal de expansión de conciencia. En esos momentos es consciente del gran paso evolutivo que significa todo lo que va a experimentar. Intuye que los momentos de duda, desilusión y enfrentamiento, que puede que tengan lugar en la Tierra son parte de la expansión. Y que la confianza es la base de todo el proceso. Que no hay buen o mal puerto, si no que el puerto es en cada experiencia el idóneo.

Imaginemos al Ser como si se tratara de Eneas, hijo de Anquises y Afrodita, héroe de la guerra de Troya que se convirtió en rey atravesando un sinfín de experiencias, y que finalmente dio a luz al pueblo romano y a dos hijos: Rómulo y Remo quienes a su vez fundaron ROMA (AMOR, según como decidamos leer la historia).

En su viaje a la Tierra, Eneas experimentó vivencias de casi muerte, innumerables enfrentamientos, huidas y pérdidas. Así como varios principios y numerosos casi finales…Sus vivencias las podemos ver como desgracias o como recordatorios de su esencia, la confianza.

Eneas no sabía lo que ocurriría a cada paso. Daba el paso en la confianza, aunque a ojos de la mente humana fuera una locura. Y la vida le respondía con más y más recordatorios de confianza. Su experiencia de vida era la siembra que él aceptó sembrar para él y en él para tod@s. Así como cada un@ de nosotr@s aceptamos sembrar con nuestra experiencia semillas de expansión de conciencia para tod@s nosotr@s.

Hace 17 años acompañando a mujeres a través del teatro, la más joven de uno de los grupos en una sesión se me acercó y me dijo:

-Yo no confío en nadie. Aprendí muy bien y muy pronto esa lección. Cuando tenía 7 años mi padre me subió a una mesa y me dijo que me echara en sus brazos. Yo lo hice sin pensar. Él se apartó y me caí al suelo. Me hice mucho daño y lloré largo rato. Las únicas palabras que él pronunció fueron: “Para que no te fíes ni de tu padre”.

En aquel momento yo me quedé literalmente helada, sin palabras, sentí cómo se me secaba la garganta y le ofrecí un abrazo. Sus palabras retumbaron en mi interior durante un tiempo hasta que dejé de oírlas. Hoy, al escribir sobre la confianza, regresan de nuevo. En este momento me permito además del abrazo darle las gracias por haberme confiado su experiencia, que he acunado sin darme cuenta hasta hoy. Al hacerlo veo sus ojos azules, del mismo color que los de su hijo, y siento en ellos a su padre y abuelo. Desde la sinceridad de aquella que no sabe y que tan solo abre la ventana para recordar, comparto la siguiente canalización que recibí hace 5 años:

“Toda tu historia no es un cúmulo de circunstancias que hay que vivir o sufrir, es un regalo de Amor de la Fuente. Si las sufres, acumulas, o sientes que es lo que te toca vivir no estas agradeciendo, no estas tomando ni viviendo el gran regalo de Amor que es en ti. Siempre eres amada y cuidada. Siempre aparece la persona justa en el momento adecuado. Siempre ocurre el movimiento justo.”

En la Tierra habitamos distintos espacios, sin embargo, el primer espacio en el que el Ser habita y que jamás abandona es la CONFIANZA.

Somos fruto de ella.

Somos CONFIANZA.

 

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10 comentarios en “CONFIANZA”

    1. Mireia Adelantado

      Todo llega en el momento justo que belleza de resonancia🥰. Gracias por vivirlo y compartirlo hermosa Patricia.

  1. Hoy lo he vuelto a releer y me ha vuelto a encantar…

    Es como un jarabe, como un bálsamo.

    Gracias Mireia por estar ahí, por Ser

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