Cuando escribo me doy cuenta de que hay cosas que de tan sencillas que son no las vemos, de que esperamos que a nuestro paso salgan cohetes artificiales y seamos, por decirlo de alguna manera: «los primeros de la clase».

Afortunadamente la Vida es guiada por el impulso vital de lo más sagrado que existe y nos regala las mejores experiencias para nosotr@s a cada instante. Eso sí….a veces decidimos pasar de largo o negarlas, aún y así la Vida sigue pulsando desde lo más sagrado que existe.

En mi caso cuando empiezo a escribir me ocurren cosas que tienen  que ver con el tema sobre el que estoy escribiendo, a modo de prácticas lo llamo yo. Durante el proceso de escritura tengo: sueños, recuerdos, encuentros, desencuentros, risas, llantos… A ratos me siento llena, llena, llenita llena y a ratos VACÍA del TODO. A veces llego a la página en blanco exhausta, enfadada y más extraña que “pa que…”A veces escribo fluido, sonriendo, ¡encantada! Y de repente el día que menos me lo espero, de la forma más inesperada: en la ducha, en una meditación, en los ojos de aquellos que me rodean, en un libro, en el mordisco de la hormiga, entre la lluvia…Aparece el hilo por el que continuar escribiendo claro como la luz del alba.

Esta vez el hilo con el que escribir sobre el PODER PERSONAL ha aparecido en la ducha:

Ante cualquier situación, pensamiento o acto…

Ante mí, ante cualquiera…

  • PUEDO irme.
  • PUEDO defenderme.
  • PUEDO atacarme.
  • PUEDO maldecirme.
  • PUEDO culparme.
  • PUEDO sonreírme.
  • PUEDO cocrearme.
  • PUEDO animarme.
  • PUEDO comprender.
  • PUEDO escucharme.
  • PUEDO bendecirme.
  • PUEDO cerrarme como una ostra.
  • PUEDO acariciarme.
  • PUEDO destruirme.
  • PUEDO hablarme.
  • PUEDO permanecer en silencio.
  • PUEDO llorarme.
  • PUEDO agradecerme.
  • PUEDO abrazarme.
  • PUEDO empujarme.
  • PUEDO aprovechar la oportunidad.
  • PUEDO rechazarla.
  • PUEDO querer convencerme.
  • PUEDO aprenderme.
  • PUEDO soñarme.
  • PUEDO juzgarme.
  • PUEDO fluirme.
  • PUEDO cerrar los ojos.
  • PUEDO verme.
  • PUEDO amarme.

Ante cualquier situación, pensamiento o acto…

Ante mí, ante cualquiera:

PUEDO SER.

 

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