«El Principio de Polaridad nos recuerda que en el universo todo tiene dos partes, se origina a partir de la unión de dos polos opuestos.»

 

Sigo practicando la integración de los polos en mí; el cuerpo, todo lo que ocurre alrededor, las personas que forman parte de mi vida, mis pensamientos, mis recuerdos… me invitan a profundizar y a permitirme integrar la polaridad en mí.

Esta semana los padres y madres del colegio hemos contribuido a preparar la fiesta de Halloween. Personalmente es una celebración que nunca me ha gustado, admito que sentía rechazo y casi enfado, sin embargo este año sí he sentido entrar en ella, escuchar sus significados más allá de mis creencias, he decidido vivirla dentro de mí. ¡¡¡¡¡Vaya que me he encontrado participando a tope!!!!!

He visto como disfraces, sangre, terror…pueden convivir en armonía, de una forma que no sabría explicar con palabras, con:  risas, compartir rituales, nuestro lado oscuro…

Y he decidido acercarme a él, a mi lado oscuro. En un principio he sentido frío, miedo y rechazo…sin embargo al limpiarme los ojos de juicio he experimentado vulnerabilidad y pureza. He visto bailar al demonio junto al ángel y he sentido que ambos habitan en mí. Masculino y femenino, vida y muerte, frío y calor, alegría y tristeza (he sentido como dice el amigo Emilio Ramón que : “ la tristeza es alegría no expresada”)… He llorado, me he enfadado, he juzgado y me he sentado dentro de mí. Donde me he dado cuenta de porque no me gustaba Halloween, más allá de lo comercial. He visto a la víctima y al verdugo convertirse en un único ser, a la vez que en el libro que estoy leyendo: “Los mensajes de los sabios “de Brian Weiss (que por cierto recomiendo), he recibido la confirmación de lo que estaba experimentando en el siguiente párrafo:

“…Vislumbré un vasto mar lleno de cubitos de hielo. Todos eran distintos, con límites fijos y definidos, pero todos flotaban en la misma agua helada. El líquido se calentó enseguida y los cubitos se derritieron. Todo estaba en el agua todos y cada uno de los cubitos estaban conectados entre sí. Entonces aumentó el calor, y el agua empezó a hervir y se transformó en vapor. Al poco rato todo era vapor, silencioso e invisible. Sin embargo, estaba formado por lo que habían sido el agua y los cubitos. La única diferencia entre los estados del hielo, el agua y el vapor eran la energía vibratoria de las moléculas. Los seres humanos se consideran entidades separadas, como los cubitos de hielo, pero en realidad todos somos la misma sustancia interconectada.”

Ayer cerré los ojos en un momento de calma y sentí a tod@s aquell@s niñ@s que viven en espacios donde los adultos no garantizamos su pureza, pues no recordamos la nuestra. Siento la importancia de promover espacios de meditación donde podamos conectar con nuestra pureza, traerla al presente y crear espacios de amor para nosotr@s, para l@s niñ@s y para todos los seres. Estoy elaborando esas propuestas que os iré compartiendo.

Por el momento nace en forma de audio la meditación guiada para la paz interior en conexión con todos los seres.

Si así lo sientes puedes practicar con ella, está disponible de forma gratuita.

Gracias familia.

Compártelo en tus redes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio