¿QUĖ ES LO QUE NO SE QUEMÓ EN LA HOGUERA?

Hace 10 días cuando terminé de publicar el anterior escrito en el blog, brotó una pregunta en mi corazón:

¿Qué es lo que no se quemó en la hoguera?

La sentí como una invitación a escribir y me dejó muy pensativa. Automáticamente vinculé la pregunta con la quema de las brujas alrededor del mundo durante los siglos XV, XVI y XVII principalmente en Europa y América, sin embargo no me puse a escribir.

Durante días recordaba la pregunta e intentaba contestarla pero…no ponía la mano al servicio del corazón para escribir sobre ello. Hasta que ayer por la noche vi un programa de televisión en el que se hablaba de Hildegard von Bingen: abadesa, médica, filósofa, poetisa, naturalista, mística, compositora, escritora y profetisa alemana nacida en 1098 y declarada santa por la iglesia el 7 de octubre de 2012. En el documental se hablaba de ella con admiración y fascinación. Algunos de los documentalistas decían que si ella hubiera nacido unos siglos más tarde de lo que nació, la hubieran quemado probablemente por bruja. La reflexión de que Hildegard podría haber sido quemada por los mismos que hace 9 años la declararon santa me conectó de nuevo con la pregunta:

¿Qué es lo que no se quemó en la hoguera?

Esta vez resonaron en mí algunas palabras escritas por Hildegard:

“…No oigo esas cosas ni con los oídos corporales ni con los pensamientos de mi corazón, ni percibo nada por el encuentro de mis cinco sentidos, sino en el alma, con los ojos exteriores abiertos, de tal manera que nunca he sufrido la ausencia del éxtasis. Veo estas cosas despierta, tanto de día como de noche…”

Estas palabras de Hildegard que le agradezco infinitamente, me reconectan con la esencia y  me regresan a la pregunta que hace unos días brotó en mi corazón.

Todo aquello relacionado con la quema de brujas no es un tema azaroso para mí. Hace unos años, en una de las conexiones con las memorias akhásicas, recordé ser acusada de bruja y quemada en la hoguera en varias ocasiones, vi perecer a mujeres y a sus hijos en el fuego bajo la acusación de ser seres diabólicos. Experimenté el sufrimiento en mi piel  y vi el sufrimiento en los cuerpos de otros. Experimenté la injusticia, el desamparo y el desamor. No entendí el porqué de esa experiencia y ascendí sin soltar el dolor.

Sin embargo aquí estoy de nuevo, viendo despierta aquello que ocurrió como me recuerda Hildegard, experimentando de nuevo la conexión entre lo que llamamos cielo y tierra, arriba y abajo, materia y espíritu.

Sin embargo a pesar de ver y sentir la conexión UNA, algo que no veo me impide vivir con alegría la experiencia actual. Aunque creí haber sanado la creencia de dolor e injusticia pasados, al escribir sobre ello siento de nuevo revuelo en mi interior, incomodidad y un cierto desasosiego. Cuando me siento así, procuro hacerme a un lado y escuchar la voz sabia en mi interior. Al hacerlo, este es el menaje que recibo:

“Tú no te quemaste en la hoguera.

Tu voz sigue vibrando aquí y ahora.

Borra de tu memoria los gritos de dolor.

Diluye en el amor de tu sangre

la creencia de injusticia.

Ama a aquel que te agredió,

porque fuiste tú misma

quien prendió la llama acusadora y

la que en ella pereció.

Eres la misma que aquí está Hoy.

Nada ni nadie desapareció en la hoguera.

Nada ni nadie se quemó.

Hoy, todo es Hoy.

Que tu luz bañe de amor el fuego, las lágrimas y el dolor.

Que tu memoria rejuvenezca en el Hoy,

llamado ayer,

y lo llame Amor mañana.

Todas las mujeres que fuisteis acusadas ayer,

sois absueltas Hoy en nuestro corazón.

Que vuestras canas hablen de Amor.

Que vuestras manos recuerden la caricia del Sol y

que vuestra voz retome los cánticos

que sanan las llamas encendidas en sordera.

Que todas las mujeres y todos los hombres implicados en las quemas de brujas,

vibren en su luz y permanezcan en ella.

Que todos nosotros rejuvenezcamos en el Espíritu Sanador.”

Agradecida y sorprendida de la abundancia de las invitaciones que brotan en mi corazón, de la voz sabia UNA y del acompañamiento que recibo, hoy siento dibujar lo que no ardió en la hoguera así como responder a la pregunta inicial con estas palabras:

En la hoguera se quemó la creencia pero no la Esencia.

 

 

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